Rosa Beatriz Cabrera Solano, Rosa María Enríquez Figueroa, Miranda Ramírez Garzón

Inglés III

viernes, 26 de octubre de 2012

Ejercicios sobre "El compromiso de los maestros en la revolución desde 1910 hasta 1919"

Para poder reforzar el conocimiento aprendido tenemos algunos ejercicios/actividades que ayudaran a consolidar ese aprendizaje.



Sopa de letras en línea

El compromiso de los maestros en la revolución desde 1910 hasta 1919


La revolución mexicana detuvo el proyecto educativo porfiriano, que más que nada se basaba en la centralización de la enseñanza primaria y la unificación de los planes de estudio en la enseñanza normal.

En algunos estados la revolución no trajo consigo cambios aparentes pero en otros, las escuelas primarias y normales estaban sometidas bajo presión debido a conflictos políticos y hasta llegaron a ser clausuradas por varios meses o años.

La participación de los maestros fue muy variada dentro de este movimiento, la mayoría de los maestros no intervino en política y continuaron trabajando sin importar el gobierno; pero otros fueron víctimas, uno de los “castigos” por así decirlo fue que en lo que respecta a su sueldo hubo retraso temporal y en ocasiones hasta indefinido, es decir a algunos no se les pagó por haber estado con el “enemigo” (constitucionalistas); existieron también los docentes que participaron al lado de grupos revolucionarios como: ideólogos, escribanos, secretarios, consejeros de los jefes, organizadores y dirigentes de campesinos y obreros; hubo quienes destacaron como jefes políticos y militares.

En el año de 1919 en el Distrito Federal la huelga de los maestros termina, quienes se manifestaban reclamando el pago de sueldos atrasados y que les regresaran el trabajo que se les había quitado por falta de dinero para poder pagarles.

Durante la revolución hubo ciertos cambios como el proyecto federalizador que incluía la enseñanza normal como una estrategia para construir un sistema nacional de educación primaria, además de que pretendía reorganizar las escuelas normales, así como la profesión, de esta forma se facilitaría el cambio de entidad federativa y se reconocería el estudio normal en todo el país.

Otro de los cambios fue reorientar la enseñanza normal mediante los planes y programas de estudios.

Existieron signos de continuidad y cambio en la profesión docente, había profesores que habían estudiado en la normal y otros no; había maestros titulados por el gobierno de cierto estado/ayuntamientos, así como también había docentes sin título.

Por lo anterior nos encontramos con que había bastante competencia y conflictos entre los maestros de distinto origen regional y los normalistas. La lucha más común era la de buscar un puesto directivo, tomar las decisiones respecto a planes, programas, métodos de enseñanza y aprendizaje, libros de texto.

El regionalismo magisterial se elevó en el Distrito Federal, donde los maestros emigraron para poder conseguir un mejor trabajo, originando conflictos y violencia.

Los pedagogos, ideólogos o dirigentes magisteriales tomaron en cuenta sus conocimientos y estaban en constante lucha exigiendo una desmonopolización de los cargos directivos.
Las escuelas normales, así como el conjunto escolar cumplieron con transmitir y reproducir valores del orden, y también fueron transmisoras de los valores del cambio.

El patriotismo profesional y el nacionalismo educativo y pedagógico del magisterio se combinaron y contribuyeron a vincular la política con el magisterio, principalmente en:

a)Mayor intervención del profesorado para designar a sus autoridades en diversas entidades federativas, incluido el D.F
b)Mayor participación del profesorado para decidir las políticas educativas y pedagógicas
c)Mayor participación del magisterio en la vida política nacional
d)Penetración visible y directa de la política y políticos en la instrucción pública

Durante la revolución hubo una participación activa de los maestros, mínimo había uno y en ocasiones hasta decenas. Estos pudieron incorporarse con amplia facilidad comparándolos con los universitarios ya que a los docentes no  batallaron para sentirse parte del pueblo, del sector popular, de la clase trabajadora o del proletariado; por el contrario los universitarios ni los egresados de escuelas normales (de antiguo régimen) no querían encajar dentro de los anteriores.

Según información documentada por la progresiva presencia del magisterio en el Partido Liberal Mexicano, Francisco Xavier Guerra señala que los maestros del centro y sur de México se incorporaron después del triunfo de la revolución.

Solo una minoría se había aliado a la revolución, fue cuando en realidad empezó la lucha armada contra el gobierno de Huerta cuando los maestros decidieron sumarse a los grupos armados por decisión personal. Se dice que en realidad, la mayoría de los maestros de la capital de la república no fueron a la Revolución, sino que está fue la que llegó a la Ciudad de México.

Los normalistas quisieron ser distintos y ser como los universitarios, pretendían incorporar la normal a la nueva universidad, pero esta propuesta fue rechazada por Justo Sierra quien era director general de Instrucción Primaria del D.F. ya que señaló que no se debía olvidar que la enseñanza normal es asunto directo del Estado.

Instituciones de educación superior determinaron que las escuelas normales se integraran y el título de profesor de educación primaria fuese equivalente al de estudios secundarios o preparatorianos.

La revolución trajo consigo inestabilidad en el área de trabajo en cuanto a:
•Empleo (suspensiones, ceses y despidos provocados por razones políticas o económicas)
•Pago irregular de sueldos (provocado por razones políticas o económicas)
•Politización del reclutamiento
•Movilidad del magisterio en el servicio.

Pero también con la Revolución se pudo ser capaz de elegir y componer órganos de dirección y consulta, en algunos lugares hubo sistemas electivos o semielectivos para nombrar las autoridades educativas y escolares; se aumentó la participación directa de maestros, directores e inspectores escolares en la integración y toma de decisiones de órganos colegiados; hubo un incremento notable en la intromisión política en la dirección educativa y escolar; la expansión escolar ya no solo era una obligación del Estado, sino que los políticos en campaña se comprometían a llevar escuelas a los lugares que visitaban.

El primer sindicato de maestros en el D.F se fundó a mediados del periodo, los congresos pedagógicos recogían demandas profesionales y laborales, y se iniciaron las primeras huelgas magisteriales.

Uno de los legados de la Revolución Mexicana fue que se ampliaron las oportunidades políticas para el magisterio, generado por la filiación revolucionaria de maestros y del relajamiento que hubo por la movilidad política.

Después de haber pasado la revolución en el D.F hubo una gran concentración de maestros no normalistas con licencia y de egresados de las normales de los estados que se refugiaron en este distrito, apoyándose mutuamente y por la política pudieron fundar la Normal Nocturna para maestros no titulados en servicio.


Referencia bibliográfica:

Arnaut, Alberto (1998), “Los maestros en la Revolución (1910-1919)”, en Historia de una profesión. Los maestros de educación primaria en México, 1887-1994, México, CIDE/SEP (Biblioteca del normalista), pp. 35-56.

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Hábitos lectores en las Escuelas Secundarias Rurales del Sur de Sonora

"Conseguir ciudadanos lectores debe ser uno de los objetivos primordiales en todo currículo oficial. Para los alumnos ese hábito representará uno de los aprendizajes de mayor trascendencia y proyección futuras. A medio y largo plazo, este ejercicio lector modelará el talante cívico y cultural de su persona" (Molina, 2006).

La educación es el medio por el cual nos vamos formando como ciudadanos, adquiriendo conocimientos, fomentando nuestros principios con buenas actitudes y valores, e incentivando a crear nuestras propias conceptualizaciones sobre ciertos hechos, y para poder satisfacer lo anterior es necesario saber leer, pero más que nada comprender para no ser analfabetas funcionales, por lo tanto los hábitos lectores denotan una clave bastante importante en nuestra vida, pero más que nada en la adolescencia ya que se está forjando un medio para poder lograr un fin.

Para poder analizar los hábitos lectores de los adolescentes se aplicó un instrumento para recabar datos, el cual arrojó información lo suficientemente interesante sobre las habilidades lectoras de dos secundarias diferentes pero en el mismo grado escolar.

Se podrá hacer una comparación de cómo ha influido en los estudiantes la competencia comunicativa que se debe desarrollar desde en la transición por la educación obligatoria. Siendo el Objeto #1 la Escuela Secundaria Estatal “Prof. Gregorio Ahumada” de Bacobampo, Sonora; y el Objeto #2 la Escuela Secundaria Técnica No.7 en San Pedro Río Mayo, localizada en el municipio de Etchojoa, Sonora.

Objeto #1:

Se aplicó el instrumento a un total de 27 alumnos del grupo 2 “C”. El 55.55% de los encuestados fueron hombres y el restante mujeres, oscilando entre los 13 años con un 48.14% del total encuestado. Así mismo en la mayoría de los hogares, el 29.68% para ser exactos, viven un total de 4 personas incluyendo al alumno, siendo en un 48.14% la suma de tres hermanos por vivienda, y viviendo con ambos padres (70.07%).

Siguiendo con los resultados de la aplicación de la encuesta se encuentra que el 48.14% de los alumnos del 2”C” le gusta leer algo en sus tiempos libres y que alguna vez cada tres meses le dedican tiempo a lectura (29.62). Lo que mas les gusta leer a los jóvenes de secundaria son los libros de terror resultando con un 56.25% de la suma de todos los formatos.

Un 33.33% eligieron la opción de “algunas veces” en la pregunta: “¿Finalizas los libros que comienzas?”. El motivo principal por el cual leen la mayoría de los adolescentes encuestados (48.14%) es porque les gusta y tienen ese buen hábito. También se les plantean a los alumnos las preguntas si leen los libros que les recomiendan sus profesores; a lo que ellos contestaron que algunas veces (44.44%) lo hacen. De igual manera contestaron que sus maestros y padres los animan a leer con un 37.7 y 48.14% respectivamente.

Objeto #2:

El instrumento fue aplicado a un total de 24 alumnos del grupo de 2 “A”. El 75% de los encuestados fueron hombres y el 25% mujeres, nacidos en el año de 1998 los datos son de 58.33% de los encuestados. Respecto al numero de personas que viven en su hogar el 50% de los encuestados coincidió en que en total son 4, el 41% de los estudiantes viven con 2 hermanas o hermanos y así mismo tuvimos dos resultados con el mismo porcentaje (41%) para referirse con quien viven en este caso con ambos padres y/o su madre.

Refiriéndonos a los resultados más cercanos sobre lectura en los adolescentes encuestados les agrada la lectura, siendo la opción con mayor concurrencia: “algo” (41%), aun así no tienen como opción predilecta el leer en su tiempo libre, ya que eligieron “casi nunca” (41%), sin embargo este mismo porcentaje el tipo de género por el cual tienen predilección es el de terror cuando llegan a leer.

Si nos preguntamos que porcentaje suele finalizar el libro que comienza a leer nos podemos encontrar con que algunas veces (62.5%), y a la hora de elegir el motivo por el cual se sienten motivados al leer es por que les gusta (33.3%). El 75% de los encuestados coincide en que algunas veces leen los libros que son recomendados por sus profesores, la cual es una cifra muy motivadora. El 25% de los encuestados son animados tanto por parte de sus padres como de sus profesores a leer.

En contraste podemos decir que dado el medio en que se desenvuelven estos alumnos, la zona donde ellos viven y el tipo de relación que mantienen con sus profesores y padres ellos se atraerán más por la lectura si su profesor les recomienda qué leer, ya que según los datos suelen seguir las sugerencias de estos, además entre más alto sea el porcentaje a la hora de que el padre de familia o el maestro anime al alumno es mayor el gusto por leer así como de realizar esta actividad en el tiempo libre, sin embargo podemos percatarnos de que a pesar que en el objeto #2 no se sienten tan motivados por padres o profesores, la mayoría finaliza el libro que comienza.

Con los datos arrojados por la encuesta podemos deducir que influye demasiado si el maestro recomienda una obra literaria, si el profesor habla sobre la lectura, si se les motiva, así como también el acervo que se tenga en casa. Es por ello que es bastante importante el incentivar a no solo los estudiantes de Escuela Secundaria, sino a la población en general en leer, para poder ampliar nuestro desarrollo intelectual.

De la misma manera nos podemos percatar que aunque son escuelas del mismo contexto, el contraste de los resultados es enorme. Siendo realistas en el objeto #1 al observar a los jóvenes mientras respondían el instrumento mostraron gran desinterés y eso se vió reflejado en sus respuestas; mientras que en el objeto #2 los alumnos se mostraron un poco desconcertados al estar contestando la encuesta como que no entendían algunas preguntas y tenían que pedir ayuda para poder responderla, siendo aquí que como investigadores nos damos cuenta de la calidad de la educación que se imparte en el nivel secundaria, y qué tanto énfasis se le otorga en las escuelas a la práctica lectora.

Bibliografía
Molina, L. (2006). Lectura y educación: los hábitos lectores y su repercusión académica en la ESO. Ocnos. Revista de estudios sobre lectura, 2, 103-120.